En esta ocasión, he seleccionado algunos de los mejores vinos de la zona, ideales para acompañar las celebraciones navideñas y disfrutar de la riqueza de sabores que esta tierra ofrece.
Cullerot 2023
Empezamos con Cullerot, un blanco de la bodega Celler del Roure, elaborado con una combinación de variedades que incluyen Pedro Ximénez y Macabeo, entre otras. Lo que realmente hace especial a este vino es su crianza en tinajas de barro, un método ancestral que aporta una textura única y una complejidad que destaca con cada sorbo. Al olerlo, se perciben aromas de manzana verde, cítricos frescos, flores blancas y un toque sutil de hinojo, que lo convierten en un vino sumamente elegante.
Este vino se elabora a partir de uvas provenientes de viñas viejas situadas en laderas de suelos pobres en materia orgánica, lo que contribuye a la concentración y calidad de la fruta. La fermentación tiene lugar, una parte en tinajas de barro enterradas y la otra parte en depósitos de acero inoxidable, lo que confiere al vino una complejidad y carácter excepcionales. Posteriormente, se realiza un envejecimiento sobre sus lías durante 5-6 meses, lo que redondea su sabor y le da una textura sedosa. En boca, Cullerot se caracteriza por su ligereza y una textura agradable, ofreciendo un perfil definido que culmina en un final refrescante y aromático. Desde la primera vez que lo caté, me cautivó totalmente.
La Comarcal Lafont 2023
Este vino blanco monovarietal de Malvasía proviene de la bodega La Comarcal, ubicada en La Font de la Figuera. Las uvas crecen a 710 metros de altitud, sobre suelos calcáreos que aportan una mineralidad única a este vino. Lo que hace especial a La Comarcal Lafont 2023 es su frescura y un perfil ligeramente balsámico, lo que lo aleja de los típicos aromas florales de otros blancos. Además, su mineralidad salina lo hace muy refrescante y fácil de beber, ideal para acompañar mariscos, pescados o platos ligeros.
La vinificación se lleva a cabo en depósitos de hormigón, donde el vino se cría durante 6 meses sobre sus lías, lo que aporta complejidad y profundidad al perfil del vino. Este proceso de crianza en contacto con las lías, combinado con la altitud y las condiciones de cultivo, da como resultado un vino de producción limitada, con una excelente capacidad de guarda. Es una opción excelente para aquellos que buscan un vino con carácter y una tipicidad única.
Otro vino de la bodega Celler del Roure que me enamora es Les Alcusses, un tinto elaborado con un coupage mediterráneo que incluye Monastrell, Garnacha Tintorera, Cabernet Sauvignon, Petit Verdot y Syrah. Este vino proviene de viñedos situados a 550 metros de altitud en suelos franco-arenosos y arcillo-calcáreos, ubicados en Moixent y la Serra Grossa. Las condiciones de cultivo en esta zona, junto con la mezcla de variedades, confieren a Les Alcusses una gran intensidad y concentración de sabores.
Este vino se envejece durante 4 a 6 meses en barricas de roble francés de segundo y tercer año, lo que aporta una estructura y complejidad adicionales. Al probarlo, se perciben notas de frutas rojas maduras, especias y un toque de hierbas mediterráneas. En boca, es un vino robusto pero equilibrado, con taninos suaves y una gran concentración de sabores. Su potencia lo hace ideal para acompañar platos de carne, especialmente carnes rojas o asados.
Pago de Tharsys Brut Nature Gran Reserva 2018
Para quienes prefieren un espumoso, el Pago de Tharsys Brut Nature Gran Reserva 2018 es una opción que no puede faltar en esta selección. Este cava seco y sutil se distingue por sus delicados aromas de flores blancas, cítricos y ligeras notas minerales. La burbuja es fina y persistente, y en boca es cremoso, con un ligero posgusto amargo que aporta una excelente frescura. Este cava es ideal para los amantes de los espumosos que buscan algo diferente. Es perfecto como aperitivo o para acompañar platos de mariscos y pescados.
La Lloma 2022
Finalmente, no podía faltar este tinto tradicional elaborado con Bonicaire, una variedad autóctona de la región, y Monastrell. Es un claro ejemplo de la apuesta por recuperar variedades locales y preservar la identidad del terroir valenciano. Tras el prensado, La Lloma fermenta en barricas grandes, ánforas y depósitos de hormigón, lo que le aporta una gran complejidad. Posteriormente, realiza una crianza sobre lías finas en los mismos recipientes, lo que le otorga una mayor profundidad.
En nariz, La Lloma destaca por su carácter perfumado, con aromas de frutas rojas maduras, flores y un toque mineral. En boca, es un vino muy versátil, con taninos suaves y una excelente capacidad de maridaje, ideal para acompañar una amplia variedad de platos, desde embutidos hasta carnes o guisos.
Esta selección de vinos valencianos es perfecta para brindar estas fiestas. Cada uno de ellos refleja la riqueza y la tradición vinícola de la región.