Fue mucho más que una degustación: fue una clase magistral sobre territorio, historia, identidad y el resurgir de variedades autóctonas que hoy están marcando tendencia en el mundo del vino.
DOP Pla i Llevant
Fundada en 1999, la Denominación de Origen Protegida Pla i Llevant agrupa 19 municipios situados en el corazón y el este de Mallorca, abarcando una superficie total de 550 hectáreas de viñedo. En este territorio, caracterizado por un clima mediterráneo con veranos secos, suelos variados y la influencia constante del embat —un viento térmico cargado de salinidad marina—, se cultivan uvas que no solo maduran bien, sino que expresan una personalidad única.
Actualmente, la DOP cuenta con 12 bodegas activas y 88 viticultores, comprometidos con la recuperación de variedades tradicionales y la elaboración de vinos con carácter, autenticidad y calidad.
Así fue la cata
Con el conocimiento y la pasión que la caracterizan, Xisca Adrover guió la cata presentando ocho vinos que reflejan la diversidad, el potencial enológico y la riqueza varietal de Pla i Llevant.
Catamos los siguientes vinos:
1. Sa Sivina 2023 – Felanitx
Variedades: Giró Ros, Premsal Blanc y Viognier
13% Vol. | Elaboración ecológica
Este vino blanco reúne tres variedades que fermentan y se crían por separado antes del coupage final. La crianza en barrica francesa de Viognier y Giró Ros aporta complejidad, mientras que el Premsal Blanc, trabajado sobre lías, añade untuosidad. El resultado es un vino equilibrado, de buena acidez, con una paleta aromática que va de los cítricos a las flores blancas. Un comienzo elegante y expresivo.

2. Son Ravell 2023 – Felanitx
Variedad: 100% Viognier
12,5% Vol.
Fermentado con levaduras autóctonas en depósitos de cemento, este Viognier resalta por su perfil mineral, textura cremosa y notas de fruta de hueso y flores. La crianza sobre lías durante medio año redondea un vino que habla de terruño y cuidado en bodega.

3. QBQ 2023 – Petra
Variedad: 100% Giró Ros
13,5% Vol.
Un vino singular desde su origen. El Giró Ros, variedad blanca autóctona rescatada de la casi extinción, se vinifica en barricas de acacia y roble francés, y también en cerámica. Esta diversidad de materiales en la fermentación aporta una complejidad aromática que sorprende: notas herbales, frutas maduras y un fondo especiado. Un vino de autor, de esos que dejan huella.

4. Gorgollassa 2023 – Algaida
Variedad: 100% Gorgollassa
12% Vol. | Elaboración ecológica
Variedad recuperada con mucha historia detrás. La Gorgollassa entrega aquí un vino fresco, de capa media, con buena acidez, taninos suaves y aromas a frutas rojas silvestres. Crianza de 9 meses en barricas de 500L. Un tinto ligero, con personalidad, perfecto para quien busca vinos diferentes sin renunciar a la elegancia.

5. Fermança Negre 2020 – Llucmajor
Variedades: Callet, Syrah y Gorgollassa
13% Vol. | 12 meses en roble
Este ensamblaje combina lo mejor de dos variedades autóctonas con la estructura del Syrah. Vino serio, con buena intensidad aromática, cuerpo medio, taninos maduros y un paso por boca redondo. Es un claro ejemplo del potencial de los coupages en la isla.

6. Gran Vinya Son Caules 2016 – Manacor
Variedad: 100% Callet (viñas de más de 60 años)
13,5% Vol. | 12 meses en barrica + afinamiento en botella
Un vino que merece el calificativo de “gran vino”. Elaborado a partir de cepas viejas de Callet, una de las uvas tintas más representativas de Pla i Llevant, este tinto es maduro, profundo, complejo y sedoso. Aromas de fruta negra, especias, balsámicos y un fondo mineral. Boca envolvente, taninos integrados y final largo. Pura elegancia mediterránea.

Variedades que hablan de origen
Uno de los grandes atractivos de esta cata fue el protagonismo de las variedades autóctonas mallorquinas: Premsal Blanc, Giró Ros, Callet, Mantonegro, Gorgollassa y Fogoneu. No solo aportan diversidad genética al viñedo europeo, sino que imprimen a los vinos una identidad difícil de replicar fuera de la isla.
Premsal Blanc: blanca, equilibrada, de aromas finos y acidez moderada. Ideal para vinos frescos o de coupage.
Giró Ros: rica en azúcar, con fuerte personalidad, aromas intensos y gran equilibrio.
Callet: representativa de la DOP. Baja graduación alcohólica, taninos suaves, vinos finos y con alma.
Gorgollassa: difícil de cultivar pero muy expresiva, con vinos elegantes y buena estructura.
Mantonegro y Fogoneu: también presentes en muchas elaboraciones, aportan rusticidad y autenticidad.
El embat: el secreto en el aire
Durante la cata, Xisca Adrover también explicó el papel crucial del embat, un viento térmico que refresca los viñedos en verano, aportando humedad y salinidad. Esto influye directamente en la maduración de la uva y en el carácter salino y vibrante que algunos vinos presentan, especialmente los blancos y rosados.
Una DOP con futuro
Más allá de la calidad de los vinos, la DOP Pla i Llevant demostró ser una denominación viva, con visión de futuro. En cifras:
Producción de uva (vendimia 2024): 1.564.672 kg
Superficie inscrita: 550 hectáreas
Comercialización: 90% en las Islas Baleares, 10% exportación (principalmente a Alemania y Suiza)
Producción de vino (campaña 2023-2024): 10.256 hl (blancos, rosados y tintos)
Este equilibrio entre tradición e innovación, producción limitada y alto nivel técnico, la posiciona como una de las regiones vinícolas más prometedoras del Mediterráneo.
La cata de Pla i Llevant con Xisca Adrover fue un viaje sensorial por una tierra donde he pasado 10 años de mi vida, que ha sabido reconectar con su patrimonio vinícola sin dejar de mirar hacia el futuro.
En un mercado saturado de propuestas, los vinos de Pla i Llevant ofrecen algo que no se puede copiar: autenticidad, historia y territorio. Y eso, al final, es lo que hace que un vino trascienda.
¿Te gustaría conocer más sobre esta denominación o visitar alguna de sus bodegas? Puedes encontrar más información en:
👉 www.doplaillevant.com
📸 Instagram: @plaillevantmallorca
