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Destinos

El nuevo destino imprescindible en China: Turandot Wine Town, Ningxia

Hablar de Ningxia es hablar de un milagro en el desierto.

Publicado por:
Ana Gómez González

En la vertiente oriental de las montañas Helan, donde la aridez del Gobi se encuentra con el río Amarillo, se extiende una de las regiones vinícolas más prometedoras del planeta. Aquí, entre arenas, montañas y viñedos, ha nacido el Turandot Wine Town, un nuevo destino turístico que simboliza la unión de dos fuerzas poderosas: vino + turismo cultural.

Este proyecto, inaugurado en fase de prueba en noviembre de 2023, ya está cambiando la forma en que se vive el vino en China. Pero más allá de la novedad, lo que convierte a Turandot Wine Town en un referente es su integración en un ecosistema más amplio: el modelo de desarrollo regional de Ningxia que combina viticultura, cultura, turismo y economía.

Un terroir único que fascina al mundo

La región oriental de Helan es reconocida como uno de los enclaves más idóneos del planeta para la viticultura. La combinación de suelos pedregosos, clima árido, grandes oscilaciones térmicas y la influencia del río Amarillo crean las condiciones perfectas para producir vinos de alta gama.

No es casual que en 2013 el New York Times incluyera a Ningxia entre los 46 mejores lugares del mundo para visitar, destacando que “los mejores vinos de China pueden hacerse en Ningxia”. Tampoco es casualidad que en 2021 la Global Wine Tourism Organization (GWTO) la distinguiera como Destino Recomendado de Turismo Vinícola Global.

Hoy, más de 116 bodegas operan en el este de Helan, y al menos 18 de ellas —incluidas Xige, Yuquan International y Zhihui Yuanshi— cuentan con certificaciones como atracciones turísticas de nivel A.

El nacimiento de Turandot Wine Town

El Turandot Wine Town es un proyecto estratégico incluido en el plan autonómico de los “Seis Cien Grandes Proyectos”. Su visión es ambiciosa: ser un complejo integral de vino + turismo que no solo produzca vinos de calidad, sino que también se convierta en un espacio de encuentro cultural, artístico y turístico.

El proyecto integra:

➡️Cultivo de viñedos y producción de vino.
➡️Espacios de exhibición y cultura.
➡️Servicios de análisis y certificación vinícola.
➡️Hotelería de alta gama.
➡️Turismo experiencial ligado a la naturaleza y la historia local.

Con esta combinación, Turandot no es solo un pueblo del vino, sino una marca cultural y un nuevo icono turístico para la región.

Hotel Ánmo: la primera experiencia abierta al público

La primera fase ya está en marcha con el Hotel Ánmo, un resort que fusiona modernidad con raíces locales.

➡️Su arquitectura se inspira en los patios orientales, diseñados para favorecer el encuentro y la convivencia.

➡️Los materiales evocan la tierra: madera cálida, piedra y colores rojizos que recuerdan al vino.

➡️Elementos como chimeneas, muros y detalles artesanales transmiten respeto por la naturaleza y la cultura.

➡️En cada rincón se respira un homenaje al vino y a las montañas Helan.

Más que un alojamiento, es un espacio para sumergirse en la filosofía de la región: hospitalidad, cultura y vino.

“Vino + cultura + turismo”: la fórmula ganadora de Ningxia

En septiembre de 2024, un grupo de medios y expertos de turismo visitó bodegas como Helan Winery, Longyu Winery, Zhihui Yuanshi Winery y el propio Turandot Wine Town para explorar el modelo de integración de “vino + turismo cultural”.

Lo que descubrieron confirma la estrategia de Ningxia:

➡️El vino es el hilo conductor de experiencias que incluyen visitas culturales, recorridos naturales y turismo gastronómico.

➡️El paisaje mismo (Helan Mountain, el río Amarillo, el desierto, la Gran Muralla, los petroglifos) se convierte en parte del relato.

➡️Cada copa de vino es un punto de conexión con una cultura que mezcla tradición milenaria con innovación contemporánea.

La industria cultural y turística de Ningxia ha sabido evolucionar: de un modelo aislado de “puntos” (bodegas individuales), pasó a una red de “líneas” (rutas del vino), y ahora a un ecosistema completo (“superficie”), donde bodegas, hoteles, patrimonio y paisajes trabajan en conjunto para ofrecer experiencias integrales.

El milagro púrpura del Gobi

En Ningxia, el vino no es solo una bebida, es un símbolo de transformación. Lo que hace unas décadas era tierra árida del Gobi, hoy es un corredor de viñedos que recibe a cientos de miles de visitantes cada año.

Se habla del “milagro púrpura” (紫色奇迹), en referencia a cómo el vino ha cambiado el paisaje, la economía y la cultura local. Este milagro se extiende con proyectos como Turandot Wine Town, que multiplican la dimensión del vino: ya no solo en la copa, sino en el arte, el turismo y la identidad regional.

Un lenguaje universal

El vino se ha convertido en la forma de Ningxia de dialogar con el mundo. Cada bodega, cada copa, cada historia contada a los visitantes internacionales es una invitación a descubrir no solo un producto, sino un territorio.

De las catas profesionales a los Wine Star Tours, de la gastronomía local a las experiencias inmersivas en bodegas y resorts, Ningxia ofrece un abanico de vivencias que tienen un hilo común: el vino como lenguaje universal, puente entre culturas y motor de desarrollo.

Un futuro brillante

El Turandot Wine Town no es un proyecto aislado, sino el reflejo del camino que está siguiendo toda la región: la integración de industrias, la innovación en turismo y la apuesta por la sostenibilidad y la cultura.

Con iniciativas como esta, Ningxia se consolida como un destino donde el vino deja de ser un nicho para convertirse en identidad territorial, un emblema de desarrollo y un atractivo global.

El viajero que llegue aquí encontrará algo más que vino:

➡️Paisajes majestuosos, donde montañas, desierto y viñedos se entrelazan.
➡️Cultura viva, desde petroglifos ancestrales hasta resorts de vanguardia.
➡️Experiencias completas, donde cada detalle —del hotel a la copa— cuenta una historia.

El Turandot Wine Town simboliza la nueva era de Ningxia: un destino que combina lo mejor de su terroir con una oferta turística y cultural de talla mundial. No es solo un resort ni un viñedo, es la demostración de cómo el vino + cultura + turismo puede transformar un territorio y proyectarlo al escenario internacional.

El futuro del vino en China tiene nombre y lugar: se llama Ningxia, y se vive en el Turandot Wine Town.