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Enoturismo por Aragón: historia, bodegas y curiosidades

Hablar de vino en Aragón es hablar de siglos de tradición, de historias escritas entre viñas que resisten al tiempo y de un paisaje donde la vid se ha convertido en un símbolo cultural y económico.

Publicado por:
Ana Gómez González

A pesar de que la comunidad solo ocupa el 3,8% de la superficie vitícola de España, sus vinos han conseguido proyectarse al mundo con un carácter propio y una diversidad que sorprende al visitante.

En este post vamos a recorrer la historia del vino en Aragón, sus Denominaciones de Origen, las bodegas más representativas y el auge del enoturismo, sin olvidar esas curiosidades que hacen de este territorio un lugar único para los amantes del vino.

En Aragón, los vinos eran considerados por los clásicos como “vinos bravos, de mucho cuerpo y grados”. Con la llegada de Roma, el cultivo de la vid se expandió por el valle del Ebro, clave para el comercio. La Edad Media reforzó este protagonismo: en comarcas como Ejea de los Caballeros o Jaca los viñedos convivían con olivares y cereales.

El siglo XX fue decisivo: la creación de estaciones de viticultura, la modernización de la enología y la entrada de España en la Unión Europea en 1986 impulsaron la inversión y la mejora de la calidad. Hoy, Aragón es un referente en variedades tintas, con la Garnacha Tinta como su emblema, cultivada en casi 15.000 hectáreas.

Las joyas de Aragón: Denominaciones de Origen

Aragón cuenta con cuatro Denominaciones de Origen Protegidas (DOP) principales y dos más complementarias (Vino de Pago Aylés y Cava). Cada una aporta un matiz distinto al mosaico vinícola aragonés.

1. DOP Calatayud

Historia: Situada en el oeste de Zaragoza, con 3.500 hectáreas, presume de tener los viñedos más antiguos de Aragón. El hallazgo de un lagar celtíbero del siglo II a.C. demuestra que aquí se producía vino mucho antes de los romanos.
Características: Altitud entre 550 y 1.040 metros, suelos pedregosos y clima extremo. La Garnacha vieja en vaso es la protagonista, dando vinos potentes, minerales y muy expresivos.
Algunas bodegas: Bodegas San Alejandro, Bodegas Langa y Bodegas Ateca,

2. DOP Campo de Borja

Historia: Conocida como el “Imperio de la Garnacha”, reúne 6.300 hectáreas entre Borja y el Moncayo. Su tradición vitícola está documentada desde la Edad Media, muy vinculada al monasterio de Veruela.
Características: Suelos pedregosos y arenosos, clima continental. La Garnacha se expresa con cuerpo y frescura.
Algunas bodegas: Bodegas Borsao, Bodegas Alto Moncayo y Pagos del Moncayo.

3. DOP Cariñena

Historia: Con más de 14.000 hectáreas, es una de las DOP más antiguas de España (1932). Aquí nació la variedad Cariñena o Mazuelo, que lleva su nombre. Documentos medievales y relatos de viajeros como Voltaire o Townsend alaban sus vinos.
Características: Suelos pedregosos (de ahí el nombre de “Vinos de las Piedras”), clima árido y cepas viejas que producen vinos de alta graduación y carácter mineral.
Algunas de las bodegas: Bodegas Care, Ignacio Marín y Libre y Salvaje.

4. DOP Somontano

Historia: Situada a los pies de los Pirineos, en Huesca, con 4.000 hectáreas. El nombre “Somontano” significa “al pie del monte”. Su desarrollo moderno comenzó en los años 80, con fuertes inversiones y apertura al enoturismo.
Características: Su gran diversidad de suelos y microclimas permite cultivar variedades nacionales e internacionales: Tempranillo, Garnacha, Cabernet Sauvignon, Chardonnay, Gewürztraminer…
Algunas bodegas: Viñas del Vero, Bodegas Enate y Bodega Pirineos.

5. Vino de Pago Aylés

Historia: Reconocido en 2011 como el primer “Vino de Pago” de Aragón. Su origen se remonta a 1165, cuando Alfonso II entregó estas tierras a los monjes cistercienses.
Características: Viñedo único en Mezalocha, Zaragoza. Clima extremo y variedades tintas (Garnacha, Tempranillo, Cabernet Sauvignon y Merlot).
Bodega: Pago Aylés.

6. DOP Cava en Aragón

Historia: Desde 1986, Aragón forma parte de las regiones productoras de cava. Sus viñedos se concentran en Cariñena y Ainzón, con 650 hectáreas.
Características: Suelos calizos y clima continental, ideales para espumosos frescos.
Algunas de las bodegas: Bodegas San Valero y Grandes Vinos.

Un sector en transformación

Aunque Aragón ha perdido superficie de viñedo en las últimas décadas, ha ganado en calidad. El cambio responde a varios factores: falta de relevo generacional, mayor rentabilidad de otros cultivos y necesidad de competir en mercados exigentes.

Aun así, la exportación es uno de los puntos fuertes: casi toda la producción destinada al extranjero es vino embotellado, con Alemania, Reino Unido y Rusia entre los principales destinos. Curiosamente, Aragón exporta más vino del que consume internamente.

Enoturismo: Rutas del Vino

El vino en Aragón no solo se bebe, también se vive. Las Rutas del Vino han convertido a la comunidad en la tercera más visitada de España en enoturismo.

Cada ruta ofrece algo distinto:

Ruta de Calatayud: balnearios de vinoterapia, patrimonio mudéjar y el Monasterio de Piedra.
Ruta de la Garnacha (Borja): monasterio de Veruela, juderías y vuelos en globo.
Ruta del Vino de las Piedras (Cariñena): museos del vino y paisajes pedregosos.
Ruta de Somontano: gastronomía pirenaica, actividades de aventura y bodegas abiertas al público.

¿Sabías que…?

➡️La Garnacha Tinta es la variedad estrella de Aragón, con casi 15.000 hectáreas cultivadas.

➡️Antes de popularizarse el vino, en Aragón se consumía hidromiel y cerveza de cereales.

➡️En 1585, Felipe II fue recibido en Cariñena con fuentes de vino en lugar de agua. Una blanca y otra tinta, abiertas a quien quisiera beber.

➡️El vino de Cariñena llegó hasta el mismísimo Voltaire, que agradeció un envío del Conde de Aranda asegurando que “la tierra prometida estaba cerca”.

➡️En Calatayud, los viticultores antiguos pisaban la uva desnudos en el lagar para remover el mosto.