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¿Sabías que se hace vino en Suecia?

Cuando pensamos en países productores de vino, Suecia rara vez aparece en el mapa mental. Ubicado al norte del paralelo 50, límite tradicional de la viticultura, este país frío y con inviernos largos parece más adecuado para la cerveza o los licores fuertes que para la vid.

Publicado por:
Ana Gómez

Sin embargo, en los últimos años, Suecia ha emergido como una región vinícola inesperada que sorprende con sabores únicos y técnicas innovadoras.

Con alrededor de 200 hectáreas de viñedos, la mayoría gestionados por pequeños productores, Suecia está ganando reconocimiento en el mundo del vino. En este artículo te cuento los desafíos, particularidades y el futuro de la viticultura sueca, así como algunos vinos y bodegas que ya están marcando la diferencia.

Rompiendo el paradigma del clima

Tradicionalmente, la viticultura ha estado ligada a climas cálidos y soleados. Las vides requieren suficiente sol para la fotosíntesis y para que las uvas desarrollen el equilibrio adecuado entre azúcares y acidez. En este contexto, el clima frío de Suecia representa un desafío significativo:

Estaciones de cultivo cortas: la temporada de crecimiento es limitada, pero las largas horas de luz solar durante el verano compensan en parte la falta de calor.

Riesgo de heladas: las heladas tardías en primavera y tempranas en otoño pueden dañar las vides.

Suelos y variedades resistentes: los productores suecos han apostado por variedades híbridas y técnicas avanzadas para adaptarse a estas condiciones adversas.

En contraste, el cambio climático está generando nuevas oportunidades para la viticultura en regiones tradicionalmente consideradas "imposibles". Suecia, aunque aún enfrenta desafíos, está empezando a beneficiarse de inviernos más suaves y veranos ligeramente más cálidos, permitiendo una mayor experimentación en el cultivo de uvas.

El papel de las variedades híbridas y resistentes

Para superar los rigores del clima, los viñedos suecos han adoptado variedades híbridas, que combinan vides de Vitis vinifera (la especie más común para el vino) con vides más resistentes. Estas variedades soportan mejor las heladas y maduran en menos tiempo. Algunas de las más utilizadas en Suecia incluyen:

Solaris: una variedad blanca híbrida popular por su resistencia al frío y por producir vinos frescos y afrutados con notas cítricas.

Rondo: una uva tinta que se adapta bien al clima frío y da lugar a vinos tintos ligeros con notas de frutas rojas y un toque especiado.

Regent: otra variedad tinta que ofrece vinos con mayor cuerpo y una acidez equilibrada, perfectos para climas nórdicos.

Estas uvas, combinadas con técnicas modernas de vinificación, han permitido a Suecia producir vinos que, si bien aún son de nicho, compiten en calidad con los de regiones más tradicionales.

¿Cuáles son los desafíos de este país?

Un obstáculo único para la industria del vino en Suecia es el monopolio estatal de la venta de alcohol, conocido como Systembolaget. Este sistema, diseñado para limitar el consumo de alcohol, dificulta que las bodegas vendan sus vinos directamente al consumidor.

Sin embargo, el gobierno sueco está considerando cambios en la legislación que permitirían a las bodegas realizar ventas directas en sus instalaciones, algo que podría ser un punto de inflexión para los productores locales. Esto no solo fomentaría el turismo enológico, sino que también daría a las bodegas una mayor libertad para conectar con sus consumidores.

El panorama vinícola está cambiando

Hace dos décadas, los vinos suecos eran percibidos como "rústicos" e inmaduros en términos de calidad. Pero en los últimos años, el panorama ha cambiado drásticamente. Per y Britt Karlsson, reconocidos escritores especializados en vino, destacan este renacimiento tras una reciente cata en el Spritmuseum de Estocolmo.

El museo, ubicado en la isla de Djurgården (cerca del famoso Museo ABBA), no solo celebra la historia de las bebidas espirituosas en Suecia, sino que también promueve los vinos suecos. Según Per, algunos de los vinos que probó allí mostraban una calidad notable, demostrando cuánto ha avanzado la viticultura sueca en tan poco tiempo.

Bodegas suecas destacadas

Aunque la mayoría de los productores de vino en Suecia son pequeños y operan a escala artesanal, algunas bodegas están marcando el camino hacia un reconocimiento internacional. Estas son algunas de las más destacadas:

Kullabergs Vingård

Ubicada en el sur de Suecia, Kullabergs Vingård es una de las bodegas más prometedoras. Su vino blanco Josefinelust, elaborado con Solaris, ha recibido elogios por su frescura y equilibrio.

Ästad Vingård

Situada en la región de Halland, esta bodega combina viticultura y turismo, ofreciendo experiencias enológicas en un entorno pintoresco. Sus vinos destacan por su carácter expresivo y su enfoque en la sostenibilidad.

Flyinge Vingård

Con un enfoque en variedades híbridas, Flyinge Vingård produce vinos blancos y espumosos que han ganado popularidad entre los entusiastas locales.

Blaxsta Vingård

Esta bodega se especializa en vinos dulces, particularmente elaborados con la variedad Vidal Blanc. Su ice wine (vino de hielo) ha obtenido reconocimiento internacional.

El futuro del vino sueco

El futuro del vino sueco es emocionante y prometedor. Si bien todavía representa una pequeña fracción de la producción mundial, la combinación de creatividad, innovación y un enfoque en la sostenibilidad está posicionando a Suecia como una región vinícola emergente.

Tendencias a observar:

Sostenibilidad: las bodegas suecas están adoptando prácticas ecológicas para minimizar el impacto ambiental, un enfoque que resuena con los consumidores modernos.

Vinos espumosos: las condiciones climáticas de Suecia son ideales para la producción de espumosos frescos y vibrantes, un segmento que probablemente crecerá en los próximos años.

Mayor accesibilidad: si se permite la venta directa en bodegas, el turismo enológico en Suecia podría florecer, atrayendo a amantes del vino de todo el mundo.

El vino sueco es un testimonio de cómo la pasión y la innovación pueden superar las barreras del clima y las expectativas tradicionales. Desde las primeras impresiones "rústicas" hasta los vinos de calidad que se producen hoy en día, Suecia ha recorrido un largo camino en su viaje vitivinícola.

Ya sea un blanco fresco de Solaris o un espumoso vibrante, el vino sueco ofrece sabores únicos que merecen ser explorados. Y aunque aún enfrenta desafíos, el futuro de la viticultura en Suecia parece tan brillante como sus largos días de verano.

¿Te animas a probar un vino sueco? Quizás sea el momento de dejarte sorprender por lo que este país nórdico tiene para ofrecer en una copa. ¡Skål! (Salud).