La cata fue guiada por el reconocido experto en vinos, José Ignacio Junguitu, quien nos sumergió en el fascinante mundo del txakoli. Durante la sesión, tuvimos el privilegio de degustar seis txakolis únicos, cada uno procedente de diferentes proyectos, mostrando la diversidad y riqueza de este vino tan emblemático del País Vasco.
Os cuento un poco el proyecto
El viaje de Artomaña comenzó con la plantación de 6 hectáreas de viñedos bajo la dirección de Eugenio Álava, un visionario que entendió el potencial del Valle de Arrastaria para producir vinos únicos. A lo largo de los años, este esfuerzo inicial ha evolucionado hasta abarcar más de 20 hectáreas, consolidando a la bodega como el principal productor de uva de la Denominación de Origen Arabako Txakolina-Txakoli de Álava.
Cada hectárea de viñedo refleja el compromiso de Artomaña con la sostenibilidad y la calidad, aprovechando las condiciones privilegiadas del valle: su altitud, la influencia del Cantábrico, la protección de la Sierra Salvada y sus suelos aluviales y profundos.
En 2005, Artomaña dio un salto importante con la construcción de una nueva bodega que incorporó las tecnologías más avanzadas al proceso de elaboración del txakoli. Esta modernización permitió a la bodega procesar sus propias uvas con un nivel de precisión y cuidado que garantiza la máxima calidad en cada botella.
El resultado son txakolis que conservan el carácter tradicional de la Hondarribi Zuri, pero con un enfoque renovado.
Los vinos que catamos en esta cata fueron los siguientes:
*Eukeni, de Artomaña Txakolina: es un vino que destaca por su equilibrio y frescura. Presenta intensos aromas de frutas blancas, como melocotón y manzana, complementados con delicados matices florales. En boca es suave y ligero, refrescante, y con un toque de fruta cítrica madura.
*Irribarrak, de la bodega Garate : en euskera esta palabra significa sonrisa, y es una interpretación única del txakoli. Se elabora con uvas de Riesling y Hondarribi Zuri que fermentación en depósitos de acero inoxidable dura 15 días, dejando el vino seco, tras lo cual permanece 5 meses sobre sus lías finas. Este contacto prolongado aporta una textura rica y untuosa al vino.
*UNO de la bodega Bat Gara: es un homenaje a la amistad, la pasión por el viñedo y el respeto por el entorno natural del Valle de Ayala. Destaca por su carácter mineral y su elegancia, con aromas a piña, naranja y heno.
*Astobiza, el homónimo de la bodega Astobiza: elaborado con las variedades autóctonas de uva Hondarrabi Zuri (90%) y Hondarrabi Zuri Zerratie (10%), que capturan la esencia del terroir vasco. Es fresco y equilibrado, con un final largo y persistente que combina toques minerales y sutiles notas amargas características del suelo de cultivo.
*Txikubin de Txakoli Txikubin: elaborado exclusivamente con uvas de la variedad autóctona Hondarrabi Zuri, se distingue por su carácter afrutado y aromático. Este txakoli refleja el terroir del Valle de Ayala, donde se ubican los viñedos alrededor de la histórica Torre de Murga, una construcción del siglo XIII.
*Beldui de Txakoli Beldui: destaca por su intensidad aromática, con notas de frutas blancas y exóticas como piña y chirimoya, además de matices lácteos y florales frescos. Es un txakoli equilibrado, fresco y elegante.
Aquí os dejo los links de los seis vinos de la cata:
Eukeni: https://artomanatxakolina.eus/producto/txakoli-eukeni/
Irribarrak: https://txakoligarate.com/producto/txakoli-garate-irribarrak-perla/
UNO: https://www.batgara.com/nueva/txakoli-uno/
Astobiza: https://www.astobiza.es/tienda-online/producto/txakoli-astobiza/
Txikubin: https://txakolitxikubin.com/txikubin/
Beldui: https://txakolibeldui.com/catalogo.html
¡Salud!