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Viticultores franceses protestan por la desvalorización del vino

La viticultura francesa, un símbolo de tradición y excelencia, se enfrenta a una crisis que ha llevado a productores de vino a tomar acciones contundentes en contra de los supermercados.

Publicado por:
Ana Gómez

Recientemente, los agricultores se congregaron frente a los supermercados Lidl en Orange y Bagnols-sur-Cèze, en el sur de Francia, para protestar por la venta de vinos a precios que consideran insostenibles y desvalorizadores.

En un gesto simbólico, los manifestantes rompieron botellas de Côtes-du-Rhône, un vino que se ofrece a tan solo 1,69 euros por botella, mientras exigían justicia para los viticultores y precios que reflejen el verdadero valor de su trabajo.

Según Jordan Charransol, presidente de los Jóvenes Agricultores del Vaucluse, el coste de producción del vino Côtes-du-Rhône ronda los 1,40 euros por litro, pero los supermercados compran el producto a solo 0,80 euros por litro. Esto permite a los minoristas revenderlo a precios que los productores califican de ruinosos.

“Queremos que nos paguen lo que vale para poder vivir de ello. Con la reducción de los precios están destruyendo la viticultura”, afirmó Charransol, quien también hizo un llamado a los consumidores:

“Ellos saben muy bien que 1,69 euros no pagan al viticultor, por lo que no deberían comprar estos vinos”.

Este tipo de manifestaciones no son un hecho aislado en Francia. Durante el último año, los viticultores han realizado numerosas protestas para expresar su descontento ante la crisis de precios:

Marzo de 2024: productores bloquearon una autopista en Gironde, protestando contra la venta de vinos de Burdeos por 1,89 euros la botella. Según Bastien Mercier, portavoz del grupo Viti33, "Ese precio es nuestra muerte en una botella".

Octubre de 2023: viticultores franceses detuvieron camiones en la frontera española, destruyendo cajas de vino importado en protesta por los bajos precios y la competencia desleal.

Bloqueo conjunto franco-español: agricultores de ambos países bloquearon la autopista A63 para exigir precios justos en el comercio de vino.

La posición de Lidl

Por su parte, Lidl ha defendido su modelo comercial, argumentando que su participación en el mercado representa solo el 7% de la distribución de supermercados en Francia y que sus precios de compra están alineados con el resto del sector.

“No podemos asumir la responsabilidad de todo el sector”, afirmó un portavoz de la empresa.

Una crisis global

El problema no se limita a Francia. En países como Australia, el exceso de vino ha llevado a situaciones igualmente alarmantes. Un minorista en Melbourne, por ejemplo, ofreció botellas de Chardonnay por 1 dólar australiano (aproximadamente 0,51 libras esterlinas), un precio inferior al de agua o leche.

En Francia, la situación se agrava por la disminución constante del consumo de vino tanto a nivel nacional como global. Mientras la oferta se mantiene fuerte, la sobreproducción presiona los precios a la baja, poniendo en peligro la sostenibilidad de miles de pequeños productores.

La crisis del vino plantea preguntas cruciales sobre el equilibrio entre oferta y demanda, así como el papel de los supermercados en la fijación de precios justos. Los viticultores exigen una solución que garantice la sostenibilidad de sus negocios y proteja la tradición vinícola de regiones como Côtes-du-Rhône y Burdeos.

Además, los consumidores desempeñan un papel clave al optar por vinos que respeten el esfuerzo de los productores. Un precio extremadamente bajo puede ser atractivo, pero tiene un costo significativo para quienes dedican su vida a producir vinos de calidad.

La próxima vez que compres una botella de vino, recuerda que su precio refleja no solo el producto, sino el esfuerzo y la pasión de quienes lo elaboran.