La viticultura es una actividad milenaria que combina tradición, arte y ciencia. Pero en pleno siglo XXI, esta disciplina enfrenta desafíos sin precedentes.
El color del vino es mucho más que un simple rasgo visual; es una ventana al alma de la bebida, un reflejo de su composición química, su origen y su evolución con el tiempo.
La semana mundial del cerebro es una excelente oportunidad para reflexionar sobre cómo los hábitos cotidianos afectan nuestra salud cerebral.
El mundo del vino es un universo lleno de misterio y pasión. Cada copa que bebemos cuenta una historia de tradición, terroir y ciencia.
La autenticidad del vino ha sido una preocupación constante para productores, distribuidores y consumidores a lo largo de los siglos.
El vino es mucho más que una bebida; es una experiencia sensorial que combina historia, tradición y ciencia.
El mundo del vino es un universo repleto de aromas y sabores complejos, capaces de transportar al degustador a paisajes, recuerdos y emociones específicas.
El olfato es un sentido extraordinario que desempeña un papel crucial en nuestra percepción del mundo. Desde identificar un ramo de flores hasta disfrutar de los complejos aromas de un buen vino, nuestro sentido del olfato es una puerta a experiencias sensoriales profundas.
Si eres un amante del vino o, simplemente, has observado detenidamente una copa después de agitarla suavemente, seguro te habrás dado cuenta de un fenómeno curioso: pequeñas gotas que se forman en las paredes de la copa y descienden lentamente como si fueran lágrimas.
En la vinificación, las levaduras son más que las encargadas de transformar los azúcares de las uvas en alcohol. Estos microorganismos microscópicos también fabrican compuestos aromáticos que definen el carácter de un vino.